...

Donde estas yendo?
quieta
sin ir,
yerrando
sin hacerle la vida mejor,
ahuyentando las ilusiones
a todo este pueblo;
yo iré allí, por tus costas
navegando por el placer
y por lo que creo,
para cambiar este destino
de lejanías y burbujas
aisladas.
Pero ahora es esta,
la triste hora
de las costumbres,
que no resisten rejuntes
y de la comunión del método
que aleja al hombre
del mismo ser humano;
instantes, estáticos y estúpidos
innecesarios
y el somnoliente aliento,
vacío y hambriento,
particularizado
y solitario.
Este es, el sitio
enajenado e histérico,
y del monopolio de los percibires
con su certeza sensiblera;
donde los ciegos ven,
sin razón, lo que nunca hay.
El miserable lugar es,
donde sirven también
tus berrinches y excusas
notables, llenas de mentiras
superficiales.
Este es el recorrido
de la gula, del egoísmo
y el desencanto
genético humano.
Alzo el brazo
rescatando,
corto el mambo,
sin pirarme.
Matate, con la mentira
que pesándote
arrastras moribunda.
Concientizate
de lo verdadero del cambio
sin aferrarte a las estructuras;
y dedícate a amar libremente
entonces,
si es, que lo vuelves a soportar
o si es que nunca
saliste afuera con el corazón
en las manos,
y no has amado.