La vida moderna
es demasiado caprichosa,
e infatigablemente, espinosa
para los mas sensibles,
un resto de imaginación
reencauza la esperanza,
porque la humanidad
es un tesoro inmenso,
una bandera,
de todas las banderas
una hermandad
completamente desconocida
esperando, por ser descubierta
a través de estos años,
desde nuestros ojos
críticos y sanos,
y todo el resto
con sus fracasos
que fueron, para darnos libertad
después de haber naufragado
egoísmos e ismos sin sentido común,
en contradicciones de superficies,
habiendo vivido el contenido
asesinado a golpes
de ideas viejas
mientras la intolerancia, se pasea afuera
siniestra y urbanamente embadurnadora,
aunque yo,
nunca me escondo de nadie
porque no quepo en escondites,
dicen algunos por ahí,
porque mi corazón es tan grande
como mi puño.
Nada iba a detenerme
de compartir mi amor con vos
ni con ustedes, los todos sin modos
un clip sin sujetar el disfraz,
en que te escondes siempre como excusa
sin demostrarnos lo importante
que alguna vez aprendiste
a pesar de los llantos caros
que te costaron
tantos tajos en el ego.
