jueves, 19 de mayo de 2011

es más fácil excusarse.


------------------------------- 
Como me pasa siempre, que disfruto
y de empezar con tres líneas
terminando con 10 pavas de matienzos.
Siempre es más fácil excusarse
que elegir vivir los deseos propios
a cualquier velocidad o a ciento noventa,
con mamelucos de colores notables
en fabricas de horas infinitas,
o de trajes soportando
lo justo de la corbata en el cuello,
con los prepotentes impensados
domesticándote el intelecto,
obligándote a hablar de la televisión,
para al fin masticar la necesidad bruta
con las piedras acumuladas
en este rumbo de desencantos
amontonados en barrancos;
y siempre es, invalido
aunque seas el más mamarracho
que se caga siempre en la meritocracia,
ahí al lado, cuando el mal invade
deteniendo, arrinconado
para quedarse sin voz, bien callado
de cuando no alcancen los palos
para amansarte
ni los perros más fieles
para ladrarte los cambios
que te traicionan,
y ya no te movilicen más
tus cultos protectores del mundo emocional
tan picante que naufragas, espantado
temiendo,
acostumbrado
a vivir desde las rachas
cada vez mas amplias.
Pero intrépido, un suspiro
que me robaba, este destino
a veces impartible e inmundo
y a veces abundante y luminoso,
para afrontarlo
otro sueño vandálico impaciente
como para no olvidarlo
indomable en la cabeza
harta de tanta fiesta chirla
y de los excesos canábicos,
jugando a los mil destinos
sin notarlo;
y se filtro, infectando
con la fuerza de una cruz
por mi insatisfacción vencida
para vencer mi amargura real,
al robarme unas resistidas risas
se hundió en mi pecho
para mostrarse adaptable
antes que fijo,
emotivo
hurto carcajadas
que parecían el solo de una guitarra
y yo me agarre al caño
y lo sople
como si fuera un clarín
que se deshace
sin hacer mas botellas,
un vientito de contrastes irresponsables
y un espejo, de miradas vacías
que ya no me atraen,
superficiales, de apegos fugaces
sin buena acustica,
tan de época infame
bien de transiciones petulantes,
tan atolondrada y de barrio
bien de poeta suburbano,
y navegar el barro
para el que no le alcanzan los brazos
e igual a seguir remando,
las calles de tierra sin luces
y los callejones,
una mezcla pura y sin roces
se diluía en cubitos,
y otro parate que no elegiste
donde no entran los brazos
para sostenerte,
con las posees
sin encanto.
Amontonándose honda,
en tránsitos surrealistas
una revolución del corazón
con la fuerza justa para propagarse
en todos los que quiero
porque hasta ahí puedo
hasta ahora,
una batalla que es desde las calles,
a pesar de los peones obedientes
con su orgullo y renombre
que toda vez raspaban al frente
alineados deformando la esperanza
más NOBLE,
de cualquier causa humana,
solventados por milicos bien transas,
asociados inNOBLES y desinformantes
que hoy son monopolio y productores
de los bienes más delicados
para cualquier democracia;
tan justo al frente bien escrachado
y otro bobo les sirve de chivo expiatorio,
en los mil escapes arrinconados,
de una fantochada imparcial permanente
que todos toleramos
cada vez que lo notamos,
y penetraban cabezas sanas
degenerándolas,
escondidos en el humo turbio
buscando hacernos daño
privatizando,
obligándonos sin tolerancia
extirpando el pensamiento crítico,
erigiendo artimañas científicas
para imponer en fin sus derechos,
indignos, sobrestimadamente parciales
absolutos y sesgados de autonomía
sin repúbliquetas,
bien distinta a la libertad que tenes
de ir a un diccionario online sino entendes
una palabra sofisticada,
como los es apropiadores
socializando,
y mas allá para aprender, en la multitud
de sus manos,
voy a fijarme porque salir afuera y verse en los otros
te hace mas tolerante
con tus propios rollos,
entonces
que no te resulte imposible
porque siempre hay un tesoro que es solo para vos,
y tomarse un tiempito en la vorágine
de un trip por el parque
para oler el pastito seco de media matina
y armarnos un rancho pasajero
al solcito  pensar al sol mismo
y buscar el confort sin estancarse
instrumentar la buena onda,
desde uno,
en el ritmo de la calle,
y se construía esa basecita pegajosa
que me invadía contagiosa,
y yo sin resistencia
recordaba lo que ya no tengo
para aprender a estimarlo
ahora que no esta;
y se me venían, las letritas
imputándose
tan desordenaditas,
y ahí donde lo querías
siempre lo tenias,
acostumbrada a pedir
te perdías en un capricho de alas
sin madre ni padre,
chupando el biberón,
dibujabas historias de sangre azul
y se veía en carrozas
de montes perdidos
sumida en tragedias de la realeza
equivocados sin bosques,
y sin hadas madrinas
para que nos rescaten
cada vez que erramos el rumbo,
fraseaba arrimando rimas
y un nock out desde mi pera
ablanda mis patas desacostumbradas,
otra discusión generacional que se precipita
y en la que se te acabaron los plazos
por haber discurseado tanto escondiendo
sin haber actuado,
madurar una decisión impersonal
de militancia con uno mismo
y una pared entre los unos,
aunque sin prejuicios con vos me cuesta
el respeto, pero para de pedirnos orden
o de alinearnos con tu speach de galán seductor
que funciona solo con las viejitas de zona norte,
cuando vos solo necesitas obedecerles
a los enemigos que se descubrieron solitos,
no nosotros, los independientes insolventes
los millonarios de valores sin precios,
y que siempre están aprendiendo del sentido práctico
para renovarse y refundarse
tan cansados de los menos malos;
refundar la resistencia para culturizarla,
ya que queremos otro mundo
uno de mejores hombres, más concientes
y sin dudas negociaremos con la realidad
para entender como es que
podamos transitarlo y lograrlo.