martes, 3 de agosto de 2010

unos y unas

Un capricho del corazón convence una mente
por la inercia del entendimiento, casi sin intentarlo,
una querella suspiraba las vergüenzas
y mis tradicionales vísceras se vomitaban
una resaca blasfema y desfloradora,
como las inconsistencias elásticas
del capitalismo y sus emparchadores aggiornato,
un orgullo necio y egoísta limita potencias,
un dolor sin emparches, con un equipajes inmenso
se vuelve imperecedero,
para no rendirse sin salpicarnos injusto
en excesos de fulgores
con los que antes hacías las canciones,
una avalancha llena de ardores
llorones e incómodos, nos presionan a posteriores,
una epopeya camino a pompeya,
nos deja a patas y rompe los coches inútiles,
un intento de limpiar el karma,
que siempre podría ser el último
si, me canso o me extingo desatento,
una expectativa honesta se machuca feo
y me pudre desde adentro
en el pliego rugoso, de una pasión descalzada
por la irresponsabilidad de estos tiempos gastados,
un perro asustado, ladra mis sombras y yo no lo atiendo,
una bebida mansita hace estragos
mezclando simpatías que se afligen al trago
más de lo que imaginarías en esta vidita,
un glotón, se enceguece abstracto,
con el aroma hondo del barrio chino
una cajita ajustada, llena de infelicidades
que no compartirías con nadie,
y un pajarito leve no volaría
ni 0,3281 pies
si se colgara, los añejos prejuicios morales
que trasladas desesperadamente vos
y los canales que ves en la tele;
una sórdida mordida de mandíbulas
que se endurecían de reír esquivos,
un sermón espeso me logra ahistorico,
y  es llevado liviano
por la corriente del río más ancho del mundo
en un avatar, de los corazones porosos;
una inyección de fe que es labrada
en la misma estación del caos,
por un linyera simpático que hace bien de maestro,
un concurso de sapos pardos y babosos
que acabarían como príncipes, en todas las historias
narradas por los poetas salvajes
que siempre se esfuercen, en ver la belleza
en la misma mierda,
más allá de la súplica agreste de un colibrí y del frío polar,
hay un ruido más ensordecedor que el mismo silencio
y me arrinconan contra un sentido de desfachatez sin medidas,
un labio destemplado nos conduce a un paisaje de hielo
que se va derritiendo con acordes funkys
que toca a siniestra el fantasma de James Marshall,
un discurso humano, cierra el cauce del arroyo opulento
con un atropello tan petulante y falso
como una mentira sin patas o sin alas,
como al tacto, la temperatura de una cerveza tibia;
una pileta llena se vacía, sin estar rota ni rajada
y así, es evaporada su esencia,
como en el mercado la tuya y la mía,
una imaginación que se hela
donde un esquimal encuentra al calor en una ilusión mía
y mi reconocimiento, nada sin peces
en el mar que volvieron tus lagrimas
con su manías aislantes y perplejas;
una carencia invasora crea olas internas
un mambo raro de cuerdas y curdas desafinadas,
un amor extraña las distancias
que no saltan el océano atlántico de un paso,
una pena revuelta,
manchaba las sonrisas más ingenuas
y un equipo b no soluciona, los problemas de siempre
con su incompetencia aplicada,
una sublimación invariable, conduce una guerra interna
y una pala tapa con tierra, nuestro espanto empachado
con bienes masivos de consumo.
Una naturaleza desconocida genera inconsistencias evidentes
para ser retratadas con aerosoles en los muros,
una brujita en el sillón se ríe insondable
mientras anota deseos para el fin de este mundo
y para arriba se le van los ojos,
un aviso que precipita la demencia nuestra
mientras la incoherencia
juega con un disfraz de cabrito buscando pastores
y tiende los trapitos de nuestros problemas,
donde los ven todos.
Unos y unas
alcanzan el doctorado de la calle
o van a la cárcel sin los medios,
y en los títulos conseguidos,
unos se sientan y otros se paran sin meritos,
unos reniegan de lo que a otros obligan,
a unos les tiran arroz cuando se casan y tienen esposas
y a otros les ponen las esposas
cuando pierden la libertad y se quedan sin cosas,
como todo, a unos les suena esta historia repetida
y otros se hacen los boludos,
como que no se nota.