Una juventud nada infame
que quiso transformar el mundo
y la sociedad entera,
sin reconocer nunca su época
libertadora,
ustedes leyeron día a día
el diario de la trompeta
y se les esta cayendo la careta,
un leviatán con saco rojo
usaba tu cara desfigurada
para convencerte de lo correcto
de la incultura del miedo.
Sino eres sucio aquí no festejaras
decía un cartel de propaganda
amarilla,
hojarasca disuelta en el viento,
era polvo espeso
coqueteando con los cables
y su alta tensión
no había más juegos;
peregrinos del perdido camino
arrancaban los perfumes
antes que las flores,
y confundían pupilas
en la levedad del ser aparente,
desperdiciando
el tiempo de ser creativo
para bailar
hasta que se te gasten las monedas
y se te baje el mono cucarachero,
un silencio sin trama
que odiaba a los sopencos de madera balsa
que cortan coliflores, con sus manos obscenas,
soterrando un sueño, presumías
desnudando las carencias más profundas
de esta era;
años sin hablar, enceran
almas nobles
y las cosas que siempre deberíamos;
muertes sin pensar,
lo que incomunicamos,
con la revolución surrealista del clima
de hojas quemadas en este verano,
domándome a perder amigos
de la plata a mercedes
y con suerte, en ceremonias literarias,
despojos de azucenas y calas
agarrar un micrófono y decir cualquier cosa
con cajones de fruta podrida todo el tiempo,
para luchar deslealmente fijando el ombligo
para ser una presa de caza
y mi violencia cacera, que te amenaza.
Un circuito de intimidación
donde la verdad siempre duele,
y ahí andaba el mercado
inutilizando saberes sin precio,
despreciando.
Haciendo el amor por skipe,
una nena se frotaba jugosa,
viendo a toda tu familia en la tele,
jugando con un chupetín
pensaba en su terapia,
conviviendo con el hartazgo colectivo,
un desdén de ingratitud serial
persigue inocentes sin pasos,
atados de pensares, inconscientes
esposados.
Arto de ahorcar los hábitos de alegría
por insatisfacción plena;
fetiches con panza y pedorrea,
igual de idolatrados por el mercado,
y las hojas secas bailando
los nuevos ritmos del verano.
La honestidad sin moda
y los excesos pegoteados,
correr por nuñez
para desplegar los cucos
nuevos y viejos
y organizarlos.
y de mi parte siempre
mi ARTE.
mi ARTE.
feliz 2013